Guía básica de impuestos para empresas en España

Guía básica de impuestos para empresas en España

Actualizado el: 25 abril 2023

Si tienes pensado emprender empresarialmente (o comenzar una actividad profesional como autónomo) una de las primeras cosas que tienes que tener en cuenta a la hora de valorar la viabilidad de tu negocio son los impuestos para empresas que se cobran en España.

Cuando calcules tu margen neto, no debes olvidar descontar los pagos a Hacienda (o Agencia Tributaria) que, en mayor o menor medida, tendrás que liquidar regularmente. Como ya supondrás, es fundamental mantener un control exacto sobre los impuestos y el impacto que tendrán en tu cuenta de resultados.

Impuestos para empresas en España

Lo primero que tienes que tener en cuenta es que la fiscalidad para empresas siempre depende de tres agentes: el Estado, la Comunidad Autónoma y el Municipio. Por eso, dependiendo de cuál sea tu domicilio fiscal, el porcentaje de tu facturación que tengas que destinar a impuestos variará mucho.

No solo puedes tener algunos descuentos en las cuotas, sino que algunos lugares pueden tener incluso exenciones en parte o la totalidad de ciertas tasas.

El impuesto de sociedades. Fiscalidad para empresas en España

El impuesto de sociedades

Como su propio nombre indica, este impuesto grava la actividad económica de las empresas. Es un tributo directo cuyo sujeto pasivo —quien tiene la obligación de pagarlo— son personas jurídicas con forma de Sociedad Anónima, Limitada, Colectiva, Estatal, Provincial o Local, así como los fondos de inversión, de pensiones, de capital riesgo, de garantía de inversiones o de regulación del mercado hipotecario.

Las Sociedades Civiles sin objeto mercantil están exentas de este impuesto. Tampoco tendrás que pagarlo si has decidido trabajar como autónomo. En este caso, tu actividad no se considerará empresarial, sino de persona física, y tendrás que hacer frente a otro tipo de tributos que veremos más adelante (ver más información sobre Autónomos).

Aunque el tipo impositivo es en general de un 25 %, existen excepciones dentro de la ley, como es el caso del País Vasco y Navarra: en estos lugares se aplica un 28 %, debido a los conciertos y convenios económicos especiales. Si tienes dudas sobre qué cuotas debes pagar en función de tu situación geográfica, consulta con tu gestoría o bien infórmate en el organismo de tu comunidad.

El resto de aspectos que tienes que tener claros son la base imponible —la cantidad sobre la que tienes que aplicar el porcentaje— y el periodo de devengo —cada cuánto tienes que hacer la liquidación—. Para saber cuál es el total a pagar, solo tendrás que coger tu beneficio bruto y restarle las deducciones y bonificaciones correspondientes. Deberás presentarlo anualmente, al cierre de cada ejercicio económico.

Cotizaciones a la seguridad social. Guía básica de impuestos en España

Cotizaciones a la seguridad social

A medida que vayas contratando a empleados, un porcentaje importante de los gastos de contratación se destinará al pago de sus cuotas de la Seguridad Social. Es cierto que los empleados pagan una parte con las deducciones en su nómina, pero tú también tendrás que aportar lo correspondiente a los seguros sociales.

Esto suele representar un 20 % aproximado del coste total de cada trabajador. Dependiendo del tamaño de tu empresa, esta partida puede llegar a ser la más alta a la hora de pagar tributos. Se estima que es el 78 % de los impuestos que pagan las PYMES, y el 92 % en las grandes empresas.

Evidentemente, cuanto mayor sea tu plantilla más grande será esta cantidad. Con un software de gestión centralizada te resultará muy sencillo analizar el impacto que esto tiene en tu cuenta de resultados. Si trabajas por cuenta propia como autónomo, por otro lado, tendrás que hacer frente a la Cuota de Autónomos, que cubre precisamente tus cotizaciones a la Seguridad Social.

En este caso la cantidad va a depender del tiempo que hace que empezaste a trabajar por cuenta propia.

EL IRPF

Solo tendrás que pagar este impuesto directamente si eres autónomo. Funciona como sustituto, por así decirlo, del impuesto de sociedades, ya que al ser autoempleado tu actividad económica no se considera societaria.

A diferencia de los otros impuestos, este es progresivo y va a depender de tu facturación: cuanto más ganes más tendrás que pagar, porque esos beneficios se consideran una renta. Para saber qué cantidad exacta vas a tener que abonar, también debes tener en cuenta los gastos que te puedes deducir.

Lo vas a tener que liquidar cada tres meses y, al igual que el IVA, puedes incorporarlo en tus facturas. En caso de que tus previsiones no sean correctas, siempre podrás corregir la cantidad antes de presentar la Declaración de la Renta.

Si deseas acceder a más información sobre este tema haz click en este enlace: La retención del IRPF explicada para empresas y autónomos

Las retenciones del IRPF para empresas. Guía básica de impuestos para empresas en España

El IVA

Seguro que ya estás familiarizado con este impuesto, ya que todos lo pagamos —excepto en algunos territorios, como Canarias, que utiliza el IGIC—, seamos empresas o no. Se trata de un tributo indirecto que grava el consumo de las actividades realizadas a título oneroso.

Es decir, que si has prestado servicios de manera gratuita no tendrás que pagarlo o cobrarlo. El porcentaje al que debes hacer frente va a depender del tipo de producto que estés comprando.

En España, existen tres tramos. El IVA super-reducido supone un 4 % sobre el precio, y grava productos básicos y de primera necesidad, así como productos de ortopedia y medicamentos.

El IVA reducido es de un 10 %, y afecta a la mayoría de alimentos, transporte público, etcétera. Por su parte, el tramo general del IVA se aplica a la mayoría de los bienes, y asciende a un un 21 %.

Si te encuentras en Canarias, Ceuta o Melilla, estarás fuera de su ámbito de aplicación y tendrás que hacer frente a otros tributos. Pero, generalmente, como responsable de una actividad empresarial vas a soportar —pagar— y repercutir —cobrar— el IVA.

Al final de cada trimestre tendrás que presentar todas las facturas que acrediten la liquidación, y pagar o cobrar la cantidad correspondiente. Si trabajas con un programa de facturación centralizado, esta tarea será mucho más sencilla, ya que tendrás un control pleno sobre todos los flujos impositivos.

El Impuesto de Actividades Económicas y otros tributos

Si tu empresa factura más de un millón de euros al año, estarás obligado a hacer frente al pago del IAE. También existen otros tributos autonómicos y municipales, a los que puedes estar sujeto según tu actividad económica.

Muchos de ellos están relacionados con el medio ambiente y el impacto sobre este que pueda suponer tu actividad.

La fiscalidad en grandes empresas y PYMES

Ahora que ya conoces en términos generales todos los impuestos a los que puede estar sometido tu negocio, es el momento de profundizar un poco más en cómo afecta cada tributo a las cuentas de resultados de empresas grandes y PYMES.

Existe una creencia bastante extendida de que, cuanto más grande sea la entidad, menos carga impositiva tiene. Pero, ¿se trata de una afirmación cierta?

¿Qué dice la teoría?

Teniendo en cuenta que la mayoría de impuestos son lineales, esta afirmación no tendría por qué ser cierta. Por ejemplo, el Impuesto de Sociedades será siempre un 25 % sobre los beneficios brutos, independientemente del tamaño de estos.

Lo mismo ocurre con el IRPF, la Seguridad Social o el IVA. Por lo tanto, si tienes una empresa grande y facturas más, deberías pagar más.

¿Qué dicen los datos?

Sin embargo, si analizas los datos que ofrece la Agencia Tributaria y de los que se han hecho eco varios medios de comunicación, verás cómo la carga impositiva de las empresas de grandes dimensiones es el 6,6 % de su beneficio.

Comparado con el 15,7 % que los mismos datos arrojan sobre las PYMES parece evidente que, efectivamente, en términos relativos, un negocio que factura miles de millones de euros paga menos que otro pequeño.

Diferencias en la fiscalidad de las grandes empresas. Guía básica de impuestos para empresas en España

¿Por qué las empresas grandes pagan menos impuestos?

Si la ley es la misma para todos, ¿qué estrategia permite a las grandes corporaciones ajustar su carga tributaria? Para contestar a esta pregunta vas a tener que profundizar un poco más en los datos ofrecidos, así como en la forma en la que se organiza el sistema de recaudación.

  • A nivel matemático, existe una explicación muy sencilla: Los tipos impositivos no son del todo estáticos. Antes de calcular las cuotas que tienes que pagar, tienes que deducir las subvenciones y bonificaciones. En todos los casos la ley ofrece beneficios a quienes cumplan unas características determinadas como, por ejemplo, la contratación de personas en riesgo de exclusión.
  • Cuando eres el responsable de una gran corporación, te puedes permitir invertir una cantidad de dinero importante en contratar los servicios de un asesor fiscal que te ayude a optimizar tu estrategia. No se trata de evasión de impuestos, sino de optimizar tus recursos dentro de la legalidad. Cuando tienes un negocio pequeño, un servicio de este tipo puede llevarse una buena parte de tu beneficio, por lo que solo compensará en una cuenta de resultados grande.
  • Por otra parte, como ya hemos mencionado, una parte o la totalidad de las cuotas corresponde a las autonomías o municipios. Si tu negocio tiene un interés especial para ellos, como ocurre con las grandes empresas con capacidad de activar económicamente una zona, podrías conseguir unas mejores condiciones.
  • Por último, si tienes una empresa internacional que opera en otros países, tendrás que liquidar los tributos donde se encuentre su sede. Esa cantidad estará exenta de ser gravada de nuevo en España.

Como puedes ver, la gestión de impuestos para las empresas es una tarea algo compleja y que requiere un gran control sobre los flujos de tesorería, conocimiento de las leyes, etcétera.

Contar con toda un buen software ERP te ayudará gestionarlos mejor y a optimizar tu gasto.

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