Actualizado el: 11 septiembre 2023
Un negocio puede adquirir deudas de distinta naturaleza, las cuales se tienen que pagar. Aunque esto no significa que tenga que ser el administrador actual, ya que es posible vender una sociedad con deudas, salvo en algunos casos.
Hoy explicaremos la venta de una empresa con deudas, así como su compra y otras cuestiones habituales en este ámbito.
Cómo vender una sociedad limitada con deudas
A la hora de vender una empresa con obligaciones de pago, hay dos formas de hacerlo:
Venta parcial: vendes una parte de la empresa y sigues formando parte de la misma.
Venta total: vendes todas tus acciones o participaciones de la compañía y dejas de formar parte de ella.
¿Cuál es la mejor opción? Eso depende de cada caso. El punto de partida es contar con un buen asesor que te ayude para encontrar lo más ventajoso en cada caso. Quizá a veces te convenga vender una parte a un inversor para conseguir liquidez, acabar con las deudas y seguir operando a cambio de menos beneficios. Otras veces, quizá sea más rentable vender todo e irse.
Limitaciones
Las limitaciones de vender una sociedad con deudas son varias. La más importante es que tú eres el responsable de administrar el negocio hasta 2 años después de la venta, a pesar de que ya no sea tuyo. Con esto hay que tener especial cuidado, ya que hay gente que no lo sabe.
También hay que tener en cuenta los avales de las deudas. Si están avaladas a tu nombre, debe hacerse un cambio de avalista, buscando a alguien solvente antes de poder hacer la venta.
Por otro lado, a la hora de vender no esperes ganar mucho dinero. El objetivo de la venta con deudas es el de encontrar a alguien capaz de hacerse cargo de ellas. De hecho, en ocasiones las ventas tienen el precio simbólico de un euro.
Por ello, para determinar el precio de venta de una empresa con obligaciones de pago hay que analizar los riesgos y oportunidades, valorar los activos y pasivos y poner un precio que sea ventajoso para ambos.
Alternativas a vender la sociedad con deudas
Si no puedes o no quieres realizar la venta, hay tres alternativas para liquidar la sociedad. Vamos a verlas más a fondo.
Cambio de administrador
Si te ves incapaz de resolver las obligaciones por ti mismo, puedes ceder la dirección de la empresa. Muchas veces, un profesional competente es capaz de llevar el rumbo de la situación a mejor puerto y salvar la compañía.
Eso sí, los salarios de un nuevo CEO y sus asesores no son precisamente bajos. Al final, será un gasto más que tendrás que asumir.
Cerrar SL con deudas con liquidación ordenada
La primera opción es lo que se conoce como liquidación ordenada. Simplemente, es pagar las deudas de la forma que sea, ya sea pidiendo otro crédito, préstamos a familiares o liquidando activos.
Una vez que se haya hecho, ya se puede cerrar la empresa con normalidad, sin que haya ningún acreedor.
Concurso de acreedores voluntario para disolver sociedad con deudas
Cuando no se puede realizar el pago de las deudas, se pasa a lo que se conoce como concurso de acreedores. Es un proceso judicial para ayudar al deudor insolvente a pagar sus obligaciones en la medida de lo posible, siendo también una herramienta de segunda oportunidad.
De forma voluntaria se puede solicitar en el plazo de dos meses, demostrando que no puede pagar sus deudas, ya sea de forma puntual o permanente, o si tiene que recurrir a un endeudamiento sistemático para ello. También lo pueden solicitar los socios o un acreedor insatisfecho.
Es un proceso judicial complejo con 5 fases, donde se tratará de pagar a los acreedores a partes iguales a través de los bienes de la empresa. Puede durar bastante tiempo, así que es importante asesorarse bien.
¿Se puede disolver una sociedad con deudas con Hacienda?
Liquidar una sociedad con deudas con la AEAT es más complicado. La Ley 58/2003 del 17 de diciembre permite a Hacienda obligar a los administradores a pagar como si fueran personas físicas con responsabilidad limitada, aunque sea una SL.
Esto suele ocurrir cuando se cierra sin haber pasado por el concurso de acreedores y sin otros mecanismos previamente explicados. Para ello, se basan en lo llamado “derivación de responsabilidad”, alegando que has cometido una irregularidad.
Casos donde no te exigen el pago de las deudas
A pesar de lo anteriormente expuesto, hay casos donde no te exigirán el pago de las deudas. En concreto, son 5 excepciones muy concretas:
- Si no hay pruebas de culpabilidad del administrador
- Si la causa fue la disolución de la sociedad
- Si no encuentra causa legal de disolución
- Si declara culpable al administrador por defecto
- Si el administrador ha aportado todos los bienes para garantizar la deuda
¿Debería comprar una empresa con deudas?
Al igual que puedes vender, también puedes comprar una compañía en esta situación. Invertir en la compra de empresas con deudas es una práctica habitual, especialmente en compañías que se pueden salvar.
Si se hace bien, se entra en un mercado de nuevas oportunidades y con una cartera de clientes ya creada. Eso ahorra muchos pasos que pueden compensar de forma sobrada las deudas contraídas. Estarás operativo desde el primer día que compras y no tendrás que esperar.
Algunas veces, hay empresas con deudas que tienen buena reputación y pueden ser rentables. En otras ocasiones, funcionarían bien con una mejor administración, siendo una buena oportunidad para ti.
Pero no es una operación sencilla y hay que hacer muchos cálculos previos. Por ejemplo, es importante conocer la ratio de endeudamiento de una empresa antes de comprar.
Conclusión: si compras o vendes una sociedad con deudas, conócela a fondo con Cloud Gestión
Como hemos visto, la compraventa de sociedades con obligaciones de pago es compleja. Tanto para la adquisición como para la venta de empresas, hay que conocer bien cómo todos sus procesos. Eso incluye estar al tanto del número de clientes, sus obligaciones de pago o sus gastos previstos, entre otras cosas.
Si lo conoces, podrás poner un precio justo a la venta y generar más ingresos. En el caso de que compres, te harás rápidamente con los mandos de la compañía, viendo las oportunidades de negocio y los gastos a reducir.
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